23 de abril de 2010

Round II

"Living is easy with eyes closed" The Beatles (Es fácil vivir con los ojos cerrados)

Cuando Pierre Bourdieu dijo su ya célebre frase "la sociología es un deporte de combate", remató la idea diciendo que tal como en los deportes de combate, no se aceptaban los golpes bajos. Pues bueno, ideas y frases como "reaccionario", "el lado de la crítica siempre va a ser aún más mediocre" y adjetivos como "mandarín intelectual" no son más que golpes bajos. Se acusa a quien escribe de no presentar de la mejor manera la discusión y tal vez sea eso lo más certero referente a lo expuesto; de entrada es necesario pedir excusas.

Como falacia ad hominen se conoce a todo "razonamiento" que es elaborado con la intención de cuestionar a quien presenta el argumento y no al argumento presentado (el "uribismo" ha formado cientos de Ph.D en ello). No sólo en este medio, sino mediante la interacción cara a cara se me ha planteado la discusión en términos de ¿Y quién se cree para cuestionar el trabajo ajeno? Para dar respuesta a tal falacia y con miras a mejorar el nivel del debate hay que decir lo siguiente:

No fui  yo quien dio origen a la sociología, es decir, no soy yo Comte, Marx, Weber, Durkheim, Bourdieu o un "mandarín intelectual". Pero sí soy un conocedor de sus obras y puedo, amparado en sus elaboraciones, identificar con claridad qué es o no una producción sociológica; independiente de la calidad propia. La calidad de mi obra ha de ser cuestionada en los mismos términos que acá expondré ("se te medirá con la vara que mides").

Dice Marx:
"Lo concreto es concreto, porque es la síntesis de numerosas determinaciones, por lo tanto unidad de lo diverso. Por eso lo concreto aparece en el pensamiento como el proceso de la síntesis, como resultado, y no como punto de partida, aunque sea el verdadero punto de partida, y como consecuencia también el punto de partida de la intuición y la representación." (Marx. Introducción general a la crítica de la economía política)

Dice Durkheim:

" Cuando un nuevo orden de fenómenos se hace objeto de una ciencia, ellos ya se encuentran representados en el espíritu, no sólo por imágenes sensibles, sino por especies de conceptos groseramente formados. (...) Productos de la experiencia vulgar; tienen por objeto, ante todo, armonizar nuestras acciones en el mundo que nos rodea; están estructuradas por la práctica y para ella. (...) Las nociones a que acabamos de referirnos son las nociones vulgares o prenociones que señala en la base de todas las ciencias como ocupando el lugar de los hechos. Son los ídola, especie de fantasma que nos desfigura el verdadero aspecto de las cosas y que sin embargo tomamos por las cosas mismas. (...)
Si en el momento de fundar la ciencia Descartes se impone como ley poner en duda todas las ideas recibidas anteriormente, es porque sólo quiere emplear conceptos científicamente elaborados, es decir, construidos según el método que instituye; todos los que tengan otro origen deben ser rechazados, por lo menos provisionalmente." (Durkheim. las reglas del método sociológico. Schapire. Buenos Aires, 1973. Págs. 31-33, 35-36, 40-41)

Dice Weber:
"Debe entenderse por sociología (...): una ciencia que pretende entender, interpretándola, la acción social para de esa manera explicarla causalmente en su desarrollo y efectos" (Weber. Economía y sociedad: esbozo de sociología comprensiva. 2ªed. FCE, 1964. Pág. 5)
"Así como varias veces lo postulé como verdad manifiesta, la sociología forma conceptos típicos y busca reglas genéricas del acontecimiento. Al revés de historia, que aspira al análisis y a la imputación causal de acciones, de constelaciones, de personalidades individuales de importancia cultural, la conceptualización propia de la sociología toma en préstamo su material en forma de paradigmas -de preferencia pero no exclusivamente- a los aspectos de la conducta que también tienen que ver con el punto de vista de la historia. Ella forma sus conceptos y busca sus reglas ante todo desde el punto de vista siguiente: si de tal modo puede hacer un favor a la imputación causal histórica de los fenómenos que interesan a la cultura" (Weber. Wirtschaft und Gesellschaft cap. 1 § I.)
"El  establecimiento de esas  'leyes' y 'factores' (hipotéticos) jamás constituiría sino la primera parte de las múltiples operaciones a las que nos conduciría el conocimiento que nos esforzamos por alcanzar. El análisis y la exposición metódica del agrupamiento singular de estos 'factores' dados cada vez históricamente, así como su combinación concreta, significativa a su manera, resultante, y sobre todo el esfuerzo para tornar inteligible el fundamento y la naturaleza de esta significación, constituirían la segunda operación, que sin embargo no es posible llevar a buen término sin la ayuda del precedente trabajo preparatorio, aunque constituya, con relación a él, una tarea totalmente nueva e independiente..." (Weber. Ensayos sobre la teoría de la ciencia. Págs. 151-163)

Dice Bourdieu:
"No basta con multiplicar el acoplamiento de criterios tomados  de la experiencia común (...) para construir un objeto que, producto de una serie de divisiones reales, sigue siendo un objeto común y no accede a la dignidad de objeto científico por el solo hecho de presentarse a la aplicación de técnicas científicas. (...) Un objeto de investigación, por parcial y parcelario que sea, no puede ser definido y construido sino en función de una problemática teórica que permita someter a un examen sistemático todos los aspectos de la realidad puestos en relación por los problemas que son planteados" (Bourdieu, et al. El oficio de sociólogo. Siglo XXI Editores. Buenos Aires, 2008. Pág. 59-60)

Dice Giddens:
"Tal como la imagino, 'teoria social' supone el análisis de cuestiones que desbordan sobre la filosofía, pero es en principio una empresa filosófica. Las ciencias sociales se extravían si quienes las práctican no las conectan directamente con problemas filosóficos. Pero pedir que los especialistas en ciencia social sean sensibles a cuestiones filosóficas no equivale a arrojar la ciencia social en los brazos de quienes acaso pretenden que ella es intrínsecamente especulativa en lugar de empírica. Es tarea de la ciencia social alcanzar concepciones sobre la naturaleza de la actividad social humana y sobre el agente humano que se pueden poner al servicio de un trabajo empírico. El que hacer principal de la teoría social es el mismo que el de las ciencias sociales en general: esclarecer procesos concretos de la vida social." (Guiddens. La constitución de la sociedad: bases para una teoría de la estructuración. Amorrortu. Buenos Aires, 2006. Pág.19)

No se intenta plantear que toda elaboración estudiantil ha de ser el resultado de profundos y extensos trabajos teóricos -para ello son las maestrías y doctorados-, sino, que cualquier intento de análisis del mundo social ha de tener como eje principal la teoría sociológica, de cualesquiera de las escuelas. Con miras en la claridad, se propone el siguiente ejemplo: el joven Pedro Pérez tiene problemas de aprendizaje. Las respuestas que se den al por qué de estos problemas, no están en la "técnica" que se les aplique, independiente de si fue un test, una encuesta, una observación participante, una história de vida o una entografía, etc., la variaciones en la respuesta se dan por la forma como se aborde conceptualmente el asunto. Es así como lo dicho por un psicólogo, un atropologo, un historiado o un sociólogo se diferencian en tanto la respuesta tiene una estructura teórica diferente. No basta con caracterizar al joven estudiante, sino que la respuesta ha tener como sustento la relación entre la condición concreta, con una argumentación abstracta y sistemática que da como resultado las diferencias de una ciencia a otra. Todo esto para decir: sin teoría sociológica no hay sociología. No es capricho de "mandarín intelectual", ni de euforia "reaccionaria", es el "capricho" de Marx, Weber, Durkheim, Bourdieu y Guiddens, sólo para mencionar a los presentes. Finalmente hay que decir que no hay método sin teoría. La famosa separación entre método y teoría es una separación escolar que se dice "facilita" el aprendizaje del contenido inmanente de los mismos. No hay teoría sin método, ni método sin teoría.

Ahora bien, todo trabajo de grado -así sea en el nivel de pregrado- que no sea producto de una discusión entre lo real y la teóría sociológica  (reiterando: independiente de la escuela que se trabaje) no es sociológico. Puede ser técnica social, psicología, historía, economía, filosofía, antropología, enfermería, ingeniería, periodismo, arquitectura, etc., pero no sociología.

En lo específico de la jornada en cuestión, hay que aclarar que no se cuestiona el trabajo escríto sino la presentación pública. Si no se sabe presentar de manera coherente lo elaborado hay mínimo dos opciones: no fue bien preparado para ello o es un mal expositor. Se insiste en que no se pide perfección, se piden unos mínimos. Para tratar de subsanar el inconveniente de la crítica descarnada producto de una mala jornada, lo más sensato que se me ocurre, por ahora, es una presentación pública de "entrada" y una de "salida", para así tener mayor criterio a la hora de cuestionar la elaboración ajena, su proceso y su discusión sociológica. También la presencia de "validadores" permite saber si lo que el expositor presenta es cierto o no, porque cualquiera puede decir cualquier cosa y con seguridad si lo presenta coherentemente aparecerá como cierto ¿Pero quién está en capacidad real de  afirmar lo contrario? Sobre esto, finalmente, hay que decir que una sola jornada para presentar 15 trabajos de grado y sólo 20 minutos para hacerlo, es poco sensato y bastante difícil. Y hay que agregar, casi como nota al pié, que hasta hace no más de tres semestres, ni siquiera había presentación pública, y que se llegó a ella gracias a las discusiones en espacios como reuniones con profesores, el Foro de Estudiantes de Sociología, etc., que generaron un cambio en esta política de parte del Departamento. Discusión que debe seguir y seguirá, no sólo en el espacio administrativo llamado Comité de Carrera, sino, en los espacios de debate estudiantíl y en espacios conjuntos.

También se ha cuestionado la errónea y superficial generalización, esa crítica es válida ya que así se ocultan muy buenos trabajos de grado presentados públicamente el día miércoles. Pero lo que se intenta no es ocultar los buenos trabajos, sino develar la lamentable producción mayoritaria. Sin entrar en mayores detalles hay que anotar que se presentaron trabajos sin una sola cita de un sociólogo. Hubo otros en los cuales la cita conceptual parecía un requerimiento básico antes que una elaboración sistemática, rigurosa.

Yendo al campo profesoral, quizá el más complejo y espinozo, hay que preguntar: ¿Quiénes son los encargados realemente de evaluar los trabajos presentados, sino los que a través de mínimo ocho semestres han formado a quienes elaboran y publícan sus mongrafías o informes de práctica o pasantía? Los mayores ausentes en la jornada del miércoles, sí son los profesores. Ya que parece que un estudiante está impedido socialmente para cuestionar el trabajo de otros estudiantes, recae en el profesorado la evaluación y crítica de los trabajos de grado. Su ausencia parece entonces la confirmación de su poca credibilidad en la producción estudiantil y su evidente desconexión. Es como si hubiese dos departamentos, el profesoral y estudiantil.

Pero esto último también es una burda generalización, no todos son deficientes profesores, no todos se alejan de la producción estudiantil y no todos son simples burócratas. Admiro, respeto y comparto con gran parte del profesorado, de ahí también el sustento real de mi crítica constante a su escaso acompañamiento a los procesos estudiantiles de diferente orden. Aunque conozco y replico que el estudiantado tampoco hace mayor cosa y cuando lo hace tiene cierta resistencia hacia la presencia de los maestros. Esta desconexión asfixia, limita y retrasa la producción, la buena producción sociológica.

Para terminar, hay que mencionar que llevamos ya años intentando levantar el nivel académico desde lo que nuestras capacidades y posibilidades reales como estudiantes nos lo han permitido. Hablo en plural porque ese intento lo he construido con la ayuda de varios compañeros y compañeras, bien sea el debate o el espacio para el mismo.Espero continúe la discusión. La ciencia no se detiene, la realidad no se detiene ¿Por qué el único Departamento de Sociología de Antioquia sí? Las múltiples respuestas a esta pregunta varían de escuela en escuela sociológica que las analice.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Excelente!!!

Anónimo dijo...

Indudablemente: todos aprendemos de estas discusiones. No es lo mismo generalizar que generalizar haciendo claridades sobre qué estamos diciendo, desde dónde, cuáles son los alcances de lo dicho y qué se pretende mostrar. Me gustaría pensar que así como se levantó un minúsculo revuelo por sus declaraciones sobre el espacio de presentación de trabajos de grado, se levantaran nuevos e interesantes debates sobre ese y otros temas de nuestra sociología (la nuestra: la de acá: la de la UdeA). Herir suceptibilidades es imposible en todas ocasiones, pero ser consecuente con lo que se dice sí es posible y por lo tanto atajar imprecisiones en el propio discurso es también tarea del buen sociólogo, que no habla por hablar, habla con lenguaje de la ciencia.

Declaro mi acuerdo: la sociología no es sociología sin teoría sociológica. Pero a eso sumo algo más: la sociología es una ciencia empírica. Sin ambos elementos (teoría y empiria) la sociología no podría ser tal.